Recuerdos digitales
Ayer comenzaron las clases prácticas en mi curso de fotografía digital. Es verdad que no soy y, probablemente nunca seré, Robert Doisneau, pero habría esperado algo más de mi misma. Y tenía miedo, siempre tengo miedo a la hora de las evaluaciones.
Tomé estas clases para recordar todo lo que había olvidado de ese año maravilloso de Periodismo Gráfico en la universidad con el profesor Mellado. Con una cámara análoga, mecánica, y película en blanco y negro.
Se nota que han pasado los años. No tendría una cámara digital si no me la hubiera regalado Chris. Me rehusé por mucho tiempo a cambiar la magia de enviar a revelar el rollo de fotos.
Sin embargo, la fotografía digital tiene más de una gracia y eso es lo que quiero descubrir con este curso. Ayer, por primera vez, tomé fotografías de noche y sin trípode. Algunas quedaron bien, otras pésimas. Necesito trabajar más la composición de las fotos y volver a familiarizarme con la cámara, con el diafragma y las velocidades. Trato de asimilar todo. De recordar lo que aprendí hace tantos años.
Siempre me gustó la fotografía que, además, era la única afición que compartía con mi papá. El me regaló mi primera cámara reflex. Gozaba cuando le mostraba mis notas y los trabajos. Me compró el tanque revelador para los negativos y un zoom. Pasar a la cámara digital fue un poco dejar atrás esos recuerdos. Dar paso a una nueva etapa, volver a aprender las cosas que uno va dejando en el pasado, pero que siguen ahí latentes. Porque me gustaría ser como Doisneau, pero para eso tengo que ser valiente, tomar mi cámara y salir a captar el mundo nuevamente.
Tomé estas clases para recordar todo lo que había olvidado de ese año maravilloso de Periodismo Gráfico en la universidad con el profesor Mellado. Con una cámara análoga, mecánica, y película en blanco y negro.
Se nota que han pasado los años. No tendría una cámara digital si no me la hubiera regalado Chris. Me rehusé por mucho tiempo a cambiar la magia de enviar a revelar el rollo de fotos.
Sin embargo, la fotografía digital tiene más de una gracia y eso es lo que quiero descubrir con este curso. Ayer, por primera vez, tomé fotografías de noche y sin trípode. Algunas quedaron bien, otras pésimas. Necesito trabajar más la composición de las fotos y volver a familiarizarme con la cámara, con el diafragma y las velocidades. Trato de asimilar todo. De recordar lo que aprendí hace tantos años.
Siempre me gustó la fotografía que, además, era la única afición que compartía con mi papá. El me regaló mi primera cámara reflex. Gozaba cuando le mostraba mis notas y los trabajos. Me compró el tanque revelador para los negativos y un zoom. Pasar a la cámara digital fue un poco dejar atrás esos recuerdos. Dar paso a una nueva etapa, volver a aprender las cosas que uno va dejando en el pasado, pero que siguen ahí latentes. Porque me gustaría ser como Doisneau, pero para eso tengo que ser valiente, tomar mi cámara y salir a captar el mundo nuevamente.
Comments
Dejame decirte que te admiro por la capacidad que tienes de seguir tomando actividades "extracurriculares" con el mismo entusiasmo de siempre
Suerte con la fotografía digital!
Andrés
Por lo visto, le salió competencia a “Takanaka” ;-)