Estafada por San Isidro
La lluvia viene esquivándonos desde el domingo. Y así. Todos los días los meteorólogos anuncian que no llegó la esperada lluvia, pero que mañana sí debemos sacar los paraguas.
A estas alturas, “sacar el paraguas” se ha vuelto una superstición. Algo así como lavar el auto o limpiar los vidrios. Lo dejo en la casa, justamente para que la Ley de Murphy entre en acción, llueva y me moje.
Porque, así como hay gente que necesita el verano y el sol, yo necesito la lluvia. Necesito escucharla, sentir esa nostalgia que llega con ella, el silencio, ver cómo se limpia la ciudad. Y me pongo ansiosa cuando no es así.
Pero no queda más que esperar...pensando que tal vez es cierto que se nos viene un año seco, que el smog no se va a volver a aguantar en un par de semanas más. Recuerdo el día de la tormenta de nieve, cuando recién había llegado a Nueva York. Todo estaba en silencio. La ciudad blanca, se detuvo por unas horas. Así quiero sentirme ahora.
A estas alturas, “sacar el paraguas” se ha vuelto una superstición. Algo así como lavar el auto o limpiar los vidrios. Lo dejo en la casa, justamente para que la Ley de Murphy entre en acción, llueva y me moje.
Porque, así como hay gente que necesita el verano y el sol, yo necesito la lluvia. Necesito escucharla, sentir esa nostalgia que llega con ella, el silencio, ver cómo se limpia la ciudad. Y me pongo ansiosa cuando no es así.
Pero no queda más que esperar...pensando que tal vez es cierto que se nos viene un año seco, que el smog no se va a volver a aguantar en un par de semanas más. Recuerdo el día de la tormenta de nieve, cuando recién había llegado a Nueva York. Todo estaba en silencio. La ciudad blanca, se detuvo por unas horas. Así quiero sentirme ahora.
Comments
como una placenta acogedora
alejando todo lo demás
y dejando sólo
los latidos
El agua limpia el aire, las calles y también el alma.
Cariños!
un abrazo, Karen!