La gran ballena blanca

Ayer fui a ver a Moby. En algún momento pensé que ya estaba demasiado vieja para conciertos. Pero no. Debo decir que la gente fue el punto más bajo de la noche y no fui la única que tuvo esa opinión. Más de 10 mil...y entre ellos, mucho quinceañero en mal estado...Casi me costó una pelea con Chris, porque a la segunda canción (ni siquiera se cuál era, porque no escuchaba ni veía nada), ya estaba apestada de hacerles el quite.
Así que decidimos cambiar de lugar e ir hasta el final del Espacio Riesco en donde la gente parecía más cuerda, se podían ver las pantallas, y había espacio para bailar sin que nadie te aplastara.
Como bien me decía mi amigo Lemut, desde donde estábamos, Moby era apenas una hormiga cabezona y albina. Un puntito rodeado de luces que se movía sobre el escenario. Pero se escuchaba bien, a diferencia de Miranda! (sin contar la guitarra de Lolo, claro). Y pude bailar las canciones que más me gustan. Moby es Play. Y South Side es mi favorita.
Ahora, tendremos que seguir escuchando a Moby en las radios una y otra vez, hasta cansarnos...seguramente subirán las ventas de su CD. Y a esperar el próximo concierto. El jueves, Avril Lavigne cortesía de las entradas que la Fanny se ganó en La Tercera.

Comments

RCB said…
Ahora si que me quedé colgado ????
Ceci said…
Uy, amiga. ¡Qué top que estás! Reconozco que no entiendo nada de música electrónica, pero he escuchado de buena fuente que Moby engancha, toca su guitarra, la percusión, baila, brinca, anima al público con su "pequeño español". De él sólo he escuchado "Porcelain" y me pareció buena.
Y ahora te vas al concierto de esta chiquita canadiense. En una de esas terminas invitada a su cumpleaños (es el 27 de septiembre)
¡Que siga la fiesta!

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