Prueba Superada

Para quienes se quedaron esperando el reporte...SI!!! ¡¡Por fin conocí Pomaire...!!! Y no me cayó un piano en la cabeza.
Lo cierto es que el fin de semana comenzó con bastante buena fortuna. El sábado fui a comprar al Líder con mi mamá, no de muy buena gana porque había estado haciendo el aseo desde las 11 AM. El estacionamiento estaba repleto, y justo cuando yo iba pasando sale un auto y logró dejar el auto frente a la puerta del supermercado. ¡Qué suerte!, pensé. Pero eso no es nada. Estaba ya pagando en la caja y pensando que había comprado más de la cuenta y que gracias a la ley de Murphy me había tocado la fila más larga, cuando la encargada me dice “se ganó el premio Líder”.
Sentí la cara roja de vergüenza y el señor que estaba a mi lado me dice “¡Felicidades!”...así que, cuento corto, me gané $ 50.000 en compras que pretendo aprovechar bien aprovechadas.
Me fui feliz del supermercado....todo presagiaba un buen fin de semana que concluyó con la ida a Pomaire. El domingo amaneció precioso, un sol esplendoroso. Chris me pasó a buscar temprano y nos fuimos escuchando música y conversando...
Y Pomaire no me decepcionó. Me encantó caminar por esa callecita repleta de negocios con cacharros de greda colgando de las paredes. Paseamos un poco y fuimos a almorzar. Chris se comió una empanada de medio kilo y juró que no volvería a ver otra en tres meses. Yo opté por una más chica y quedé feliz, hasta me pedí unas frutillas con crema de postre.
Conversamos nuevamente sobre cuánto nos gustaría irnos fuera de Santiago. Vivir en una ciudad como Valdivia. Alejarnos de todo el stress y capitalino. Un tema que tenemos pendiente.
Después de almorzar, seguimos caminando por la calle principal. Entramos a todos los negocios. Miramos cacharros de todo tipo, vasitos, maceteros, platos. Compramos una budinera y unas fuentes para hacer pastel de choclo y regresamos a Santiago.
Al llegar a la casa, me di cuenta que la buena suerte seguía de mi lado. Ese día mi auto tenía restricción debido a la preemergencia, y nosotros de lo más campantes anduvimos por todo Santiago sin remordimientos, sin tener idea y sin encontrarnos con ningún representante de la ley.
Quedé con ganas de volver...descubrí unos cuadros preciosos que se verían increíbles en el living y que regresaré a buscar. Después de tantos desencuentros, Pomaire tiene una nueva hija ilustre.

Comments

Ceci said…
¡Ay, qué envidia! Es lo único que atino a decir: envidia por el clima, el paseo, la buena compañía y, por supuesto, el premio. ¡Que siga la buena racha, amiga!
plenu said…
Listo, el siguiente paso es Quinchamalí. 200% menos desarrollado que Pomaire y sin exquisiteses gastronómicas, pero con una cerámica en greda espectacular y muy propia.
plenu said…
Sorry, quise decir "artesanía en greda".... Habemus Lapsus.
yo said…
Hola,
habemus pomairum viajus!!!!!!!! eeeeee y con yapa de racha de buena suerte , de película, mejor imposible.
cariños
k
Gracias K por venir a mi cumpleaños, te debo la torta. Y de Pomaire, uf, no voy hace mil años. Pero existe, y las empanadas también. Ahota tienes fuentes que lo prueban.

Beso,
R.

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