Veo llover

Veo llover, y pienso que estos son los inviernos que me gustan. Porque me evoca al calor de hogar de una estufa, al olor de los eucaliptos, a la familia. Húmedos, con olor a sopaipillas y a tierra mojada. Con el olor de las castañas asadas. Esa sensación de tener en el cuello una bufanda de lana. Porque dan ganas de calentarse las manos con una taza de chocolate caliente, soplarla para que se enfríe y que salga vapor de la boca. De tomar sopa de verduras, y sopear la marraqueta. De estrenar la ropa de invierno que compré a fines del verano, y comer küchen de manzana el día domingo, recién salido del horno con un poco de crema encima. Ir al Pollo al Cognac en un día de lluvia. Poder comer chocolate sin culpa. Comprar mitones. Ver la teleserie.
Veo llover y me doy cuenta de que había echado de menos estos días. Aunque preferiría pasarlos acurrucada en mi cama, viendo una buena película.

Comments

RCB said…
Acá el verano ha estado tan lluvioso, que hace unos días también tenía ganas de comer sopaipillas. No sé si fue la lluvia o la idea de que estamos en julio y era mi reloj interno que me decia que en realidad no era verano sino invierno ... Saludos
Andres Palma said…
Como buen puertomontino la lluvia me traslada de inmediato a mi tierra natal. El olor a humedad, a madera mojada, el humo de la leña, el chisporroteo de los troncos en la combustión lenta, la pericia de María (la nana que nos crió) capaz de hornear pan y cocinar una cazuela en la cocina a leña, en donde el calor lo regulas al "ojímetro", abriendo o cerrando el tiraje, moviendo las brasas, poniendo leños más chicos.
Me recuerda la lluvia helada en la cara, cayendo inclinada, pinchando como agujas de acupuntura, con el viento en contra, silvando en los oídos, arremolinándose por las galerías comerciales y las calles, golpeando los cables del tendido eléctrico...
natatoro said…
Estoy tan de acuerdo contigo... sólo una salvedad: no necesariamente tiene que ser una buena película. ¿Hay algo más rico que un sábado lluvioso en la tarde, acurrucada en la cama durmiendo una película de esas malas-entretenidas? Eso de despertar, echarle un vistazo y seguir durmiéndola, sabiendo lo que viene. Para mi, eso es total.
Ceci said…
Ay, amiga, tras 9 meses de lluvia lo único que quiero es sol, sol y más sol. No necesariamente calor, pero al menos días iluminados, de esos en los que te despiertas sin necesidad de despertador y en los que tan solo de mirar por la ventana te dan ganas de salir y hacer cosas, no importa que, con tal de estar ahí afuera. Me gusta el invierno, pero creo que en Nortamérica y Europa tuvimos una demasiado largo.
Cuidro said…
Se casó y nunca más escribió.
Fedra said…
Cuando llueve quisiera darle asilo a todos lo perros vagos y compartir con ellos esas sopitas de verduras que dices, que de sólo pensarla siento el aroma exquisito!!!!!!.
adeu

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