La Pregunta

Si me dieran plata por cada vez que escucho la frase “¿y cuándo te casas?”, a estas alturas podría jubilarme anticipado. Porque al menos una vez por semana escucho la preguntita.
Muchos se preguntarán por qué me enojo, o por qué me molesta al punto de escribir sobre ello. Y la respuesta es que no se puede ganar.
Si respondo “todavía no”, incómoda, me miran con cara de incredulidad, piensan tal vez que estoy ocultando algo y empiezan a preguntar por qué “todavía no”... ahora, si yo dijera “ay, no sé cuando, pero me encantaría que fuera pronto”, me mirarían con cara de, “esta mujer tiene el vestido de novia en la cartera”. En definitiva, a no-win situation.
Muchas veces he llegado a pensar que esa pregunta es la culpable de tantos matrimonios fracasados. ¿Cuántos se habrán casado sólo porque no quieren escucharla más? Hoy escuché “la pregunta” temprano, antes de las 10.00 AM de parte de un compañero de trabajo. Voy a empezar a mantener un contador. Cuando llegue a 100, me compro un Kino.